21/6/09

7. Redes Internas

Las redes internas de la vivienda domótica son las encargadas de enlazar los dispositivos permitiendo la comunicación entre ellos. Las redes se caracterizan por un determinado medio de transmisión (el soporte físico de la comunicación) y protocolo (el lenguaje utilizado para la comunicación). Existen distintos tipos de redes dependiendo de los dispositivos a interconectar:
  • Red de control o red domótica. Conecta la pasarela con los sensores, actuadores y electrodomésticos. La utiliza la pasarela para gobernar los sistemas domóticos. Este tipo de red normalmente tiene un bajo ancho de banda. Entre las tecnologías utilizadas, cabe destacar: X-10, KNX, EIB, LonWorks, BACnet, etc.
  • Red de datos. Conecta los distintos ordenadores entre sí y con sus periféricos. Se utiliza para compartir recursos informáticos: acceso a Internet, ficheros, programas, impresoras, escáneres, etc. Normalmente requiere un ancho de banda medio-alto. Entre otras tecnologías, nos encontramos con: USB, FireWire, HomePlug, Bluetooth, Wi-Fi, etc.
  • Red multimedia o red de entretenimiento. Conecta los aparatos electrónicos de consumo entre sí. Se utiliza para la distribución de contenidos de audio de alta fidelidad y vídeo de alta calidad por todo el hogar. Requiere un ancho de banda muy elevado. Las principales tecnologías son: HAVi, UPnP y Jini.

Este tipo de redes pueden utilizar o no los mismos medios físicos y/o protocolos, aunque actualmente no es lo habitual. La posibilidad de utilizar como medio físico la red eléctrica la vivienda o tecnologías inalámbricas, facilita enormemente la instalación en la vivienda ya construida. En la vivienda nueva es preferible hacer un tendido nuevo de cable, pues los medios cableados suelen presentar bastantes ventajas (menor coste de los dispositivos, mayor seguridad y robustez de las comunicaciones, mayores distancias, etc.). Por otro lado, cada protocolo está adaptado a las aplicaciones concretas que van a ser soportadas, por lo que no es habitual utilizar el mismo en las tres redes. Cada uno de los protocolos tiene una serie de características a tener muy en cuenta a la hora de hacer una instalación: medios físicos soportados, número máximo de dispositivos a soportar, distancias máximas soportadas, anchos de banda soportados o velocidad máxima de transferencia entre dispositivos, capacidades de seguridad, etc. En definitiva, existe una gran variedad de tecnologías, que habrá que seleccionar dependiendo de los requisitos concretos de la instalación.


Junto a estas redes internas, deberá existir una línea de acceso de banda ancha a Internet (ADSL, cable, LMDS, satélite, PLC, GPRS, etc.), que comunicará la vivienda con el exterior. La línea de banda ancha es el elemento fundamental en la vivienda domótica. Por una parte, permite tener una conexión permanente con el exterior, lo que es imprescindible para disfrutar de servicios como la teleasistencia, la televigilancia o la gestión remota de los dispositivos. Por otra parte, permite disponer de la capacidad de transmisión necesaria para disfrutar de servicios como el vídeo bajo demanda o la videovigilancia del hogar. No obstante, también es posible tener un sistema domótico interconectado con el exterior únicamente por la red telefónica (RTB, RDSI o GSM), aunque con una funcionalidad mucho menor.

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